Los resultados del estudio señalaron que el rendimiento de los jóvenes aumentó en mayor medida en aquel grupo expuesto a más actividad física e incluso en las notas promedio de la escuela.

67 adolescentes participaron durante 4 meses en este ensayo. Fueron divididos en tres grupos, de los cuales cada uno tendría diferentes sesiones de Educación física. Este programa estaba basado fundamentalmente en el incremento del volumen y la intensidad de dichas sesiones.

Durante este tiempo, el rendimiento escolar se evaluó mediante la prueba de español general y académico de los grados escolares.

De acuerdo con estas conclusiones, y ya que el aumento de la actividad física puede beneficiar el rendimiento académico, la educación física podrían desempeñar un papel fundamental en el éxito académico de los adolescentes.

Las implicaciones desde el punto de vista de salud pública también pueden ser importantes, si futuros estudios con mayor tamaño lo confirman, incluso los centros educativos podrían considerar la inclusión de dos horas más de educación física por semana para garantizar un buen nivel de forma y, por tanto, de salud de los adolescentes.